La agitación excesiva en los perros puede ser un reto para cualquier tutor. Un perro muy agitado puede saltar sin control, ladrar en exceso, morder objetos, correr de un lado a otro y mostrar signos de ansiedad o estrés. Este comportamiento, aunque a veces puede parecer solo entusiasmo, puede indicar una falta de equilibrio emocional o una necesidad no satisfecha. En este artículo, exploraremos qué hacer cuando tu perro está muy agitado y cómo ayudarlo a calmarse.
1. Identifica la Causa de la Agitación
Antes de actuar, es fundamental entender por qué tu perro está agitado. Algunas causas comunes incluyen:
- Falta de ejercicio físico o mental.
- Sobreestimulación por ruidos, personas u otros animales.
- Ansiedad por separación o cambios en el entorno.
- Dolor o malestar físico.
- Emociones no canalizadas, como miedo o frustración.
Observar cuándo y cómo se presenta la agitación te dará pistas para abordarla correctamente.
2. Aumenta el Nivel de Ejercicio
La falta de ejercicio es una de las principales razones por las que los perros presentan un comportamiento agitado. Asegúrate de que tu perro tenga suficiente actividad física diaria. Algunas ideas incluyen:
- Caminatas más largas o en diferentes rutas.
- Juegos como buscar la pelota o frisbee.
- Sesiones de agility o carreras supervisadas en parques.
Los perros necesitan liberar su energía acumulada para sentirse tranquilos. El ejercicio regular también ayuda a prevenir problemas de comportamiento derivados del aburrimiento o el estrés.
3. Proporciona Estimulación Mental
Tan importante como el ejercicio físico es la estimulación mental. Los perros inteligentes necesitan desafíos que los mantengan ocupados. Algunas formas de estimulación mental incluyen:
- Juegos de olfato con golosinas escondidas.
- Rompecabezas para perros.
- Entrenamiento de nuevos comandos o trucos.
Estas actividades no solo entretienen, sino que también ayudan a redirigir la energía mental del perro hacia tareas constructivas.
4. Evita Reforzar Involuntariamente la Agitación
A veces, sin darnos cuenta, reforzamos la agitación al prestarle atención al perro cuando está alterado. Si tu perro salta, ladra o se muestra muy activo para llamar tu atención y tú le hablas, lo tocas o cedes a sus demandas, aprenderá que su comportamiento le da resultados.
En cambio, ignora el comportamiento agitado y solo recompensa a tu perro cuando esté tranquilo. Puedes usar caricias, elogios o golosinas para reforzar los momentos de calma.
5. Establece una Rutina Diaria
Los perros prosperan con la rutina. Saber cuándo será alimentado, paseado o cuándo es hora de descansar le da al perro una sensación de seguridad. Establecer horarios regulares para las actividades diarias ayuda a que el perro se relaje y reduzca su nivel de ansiedad y agitación.
6. Usa Técnicas de Relajación
Existen técnicas específicas para ayudar a tu perro a calmarse, como:
- Masajes suaves en la cabeza, cuello o espalda.
- Música calmante para perros (hay playlists específicas).
- Feromonas sintéticas, disponibles en difusores o collares.
- Aromaterapia natural, como lavanda (bajo supervisión veterinaria).
Estas técnicas pueden ayudar a reducir los niveles de estrés y crear un ambiente tranquilo para tu perro.
7. Entrenamiento de Autocontrol
Puedes enseñar a tu perro a desarrollar autocontrol con ejercicios simples, como:
- “Espera” antes de comer o salir a pasear.
- “Quieto” mientras abres una puerta.
- Recompensar solo cuando se siente calmado.
Estos ejercicios fortalecen la concentración del perro y lo ayudan a mantenerse sereno en diferentes situaciones.
8. Proporciona un Lugar Seguro para Relajarse
Asegúrate de que tu perro tenga un espacio tranquilo en la casa donde pueda retirarse cuando necesite relajarse. Puede ser su cama, una jaula abierta o una zona específica. Este espacio debe estar libre de ruidos, lejos del tránsito de personas y decorado con objetos familiares.
Algunos perros agitados simplemente necesitan un lugar propio donde puedan descansar sin estímulos externos.
9. Evalúa Posibles Problemas Médicos
En algunos casos, la agitación puede estar relacionada con un problema de salud. Dolores musculares, afecciones hormonales, alergias o incluso problemas neurológicos pueden manifestarse como hiperactividad o ansiedad.
Si el comportamiento agitado aparece repentinamente o no mejora con cambios ambientales, consulta a un veterinario para descartar problemas físicos.
10. Consulta a un Adiestrador o Etólogo Canino
Si has intentado varias estrategias sin éxito, puede ser útil trabajar con un profesional del comportamiento canino. Un adiestrador con enfoque positivo o un etólogo podrá evaluar a tu perro en su entorno, identificar la causa de su agitación y establecer un plan personalizado para corregir el comportamiento.